Con la llegada de la primavera, vamos a comentar los colores fríos, y en que espacios de nuestra vivienda son recomendables utilizarlos.
Antes de comentar las características de cada uno, debemos decir que los colores fríos comprende la gama de verde, azules y morados. Estos crean ambientes luminosos y frescos, con un efecto visual de alejar las paredes y produciendo una sensación de profundidad. Los tonos más claros reflejan la luz e iluminan el ambiente, mientras que los oscuros la absorben.
Blanco: Aporta luminosidad
Es el color más limpio y puro, también es de los más empleados a la hora de pintar la casa, porque aporta y refleja la luz con generosidad y la multiplica. Amplía el espacio, al pintar una estancia de blanco, los muebles parecen menos pesados y las paredes se alejan visualmente, creando una mayor sensación de amplitud. Se recomienda utilizarlo en zonas que no disponen de luz natural, ya que como hemos comentado crea ambientes luminosos. Lo podemos utilizar para cualquier estilo decorativo. Además si los muebles o complementos son oscuros, estos serán destacados al utilizar el blanco como base cromática. Combina bien con todo tipo se muebles, tanto de maderas claras como oscuras. Los blancos fríos como el blanco roto son una buena opción para las habitaciones oscuras o con poca luz ya que aporta luminosidad pero queda una tonalidad grisácea, aunque si se le añade un toque de verde o amarillo se verá más envolvente. Los muebles, telas y complementos blancos no recargan el espacio, llevan la luz a todos los rincones y crea atmósferas relajantes.
El blanco resalta la madera de los sillones y complementos
El comedor es más luminoso con una base cromatica blanca
El salón genera una sensación de limpio y fresco al utilizar el blanco
Sencillo dormitorio blanco que contrasta con los complementos
El color verde aporta a una estancia frescor y vitalidad, los más claros resultan relajantes y transmiten sensación de limpieza. Son fáciles de integrar y de combinar ya que encaja bien con todo tipo de decoraciones, de las más clásicas a las más actuales. Las tonalidades grisáceas, como el verde musgo, verde piedra, son las menos arriesgadas. Es un color sobrio y relajante, que proporciona tranquilidad, por lo que está indicado para salones y zonas de trabajo y estudio. Las tonalidades oscuras, como el verde botella hace destacar los muebles de maderas claras, mientras que los tonos más pálidos pueden combinarse con maderas blancas, neutras y rojizas, como la caoba, el cerezo, etc. Combina bien con todos los demás colores, ya que tiene tonos cálidos y fríos. Las tonalidades claras son ideales tanto para espacios pequeños como para amplios, ya que son luminosos y aportan vida a la escena. Los tonos más oscuros como el musgo, el oliva, el verde inglés, crean ambientes apacibles y sofisticados, combinan muy bien con muebles claros. No se recomienda utilizar en espacios pequeños ya que las empequeñecerían aún más. El color verde transmite sensación de naturaleza por eso son ideales para suavizar ambientes urbanos, y por supuesto para viviendas rurales.
Salón clásico con aire fresco y limpio
Estancia sofisticada gracia a la combiancion verde blanco
La mezcla de verde azul añade alegría y frescura al estar
Aporta naturalidad esta tonalidad a un ambiente urbano
Azul: fresco y relajante
Es el color del cielo y del mar, aporta a las estancias relajación y tranquilidad. Asimismo, aporta profundidad, es luminoso y crea atmósferas muy frescas y envolventes. Al ser un color frío, los azules alejan visualmente las paredes y ayudan a ampliar el espacio, creando mayor sensación de profundidad en cualquier estancia. Poseen un efecto relajante, por lo que están indicados para dormitorios, zonas de estudio y trabajo. Los azules resaltan las maderas claras como el pino, el haya. También armonizan a la perfección con piezas lacadas en blanco o decapadas. Este color es fácil de utilizar o combinar con cualquier otro color, si lo empleamos con blanco crea una combinación limpia que se puede utilizar en cualquier estilo decorativo. El azul nos recuerda el mar, para una decoración mediterránea sería perfecto, y podríamos utilizarlos tanto para pintar la pared como en las distintas telas y complementos. Si utilizamos un tono oscuro conviene tener en cuenta que es necesario que las estancias tengan mucha luz natural, ya que es un color contundente, se recurre a las maderas blancas o decapadas para aclararlas y para que sean más actuales podemos añadir elementos metalizados. El añil, es muy alegre, y resulta indicado para dar claridad a las habitaciones oscuras. Los tonos claros aportan relajación, y favorecen al descanso transmitiendo una sensación de calma, están indicados para dormitorios. Los distintos tonos de azules combinan muy bien con las fibras vegetales y con los tejidos naturales frescos como el lino o el algodón.
Los accesorios azules son llamativos bajo una base blanca
El azul de las paredes se rebaja con muebles y elementos arquitectonicos blancos
El azul cielo de los muebles dulcifica la cocina
En este dormitorio principal destaca el contraste de azul y negro
Los tonos más claros como el malva, el lila, etc. tienen la virtud de ser relajante a la vista y crea espacios delicados, perfectos para los dormitorios, ayudando a crear ambientes serenos y relajantes, pero no debemos abusar ya que de lo contrario tenderían a estancias recargadas. Los más suaves y pálidos son perfectos para espacios amplios, ya que en habitaciones de pocos metros se pierden bajo el dominio de otros colores. Los tonos más intensos transmiten alegría y vitalidad, y se emplean en zonas grandes, aunque para aligerar su fuerza cromática debemos combinarlos con el blanco o el crudo, así como emplearlo en decoraciones poco recargadas. Estos colores aportan una nota de originalidad a la decoración, podemos destacar la pared de la chimenea en estos tonos malvas y lilas, así será más acogedor un salón muy amplio, pero para evitar un contraste excesivo, el resto de las paredes las pintaremos en un blanco grisáceo. Los detalles en estos tonos ayudan a crear atmósferas personales y románticas, con un punto de sofisticación. Sobre las paredes y tapicerías añaden color sin riesgo de estridencias.
Estar sofisticado y elegante con base cromatica morada
El morado da alegría a esta estancia de tonos suaves
Las paredes moradas resalta los muebles de la cocina
La combianción de morado y dorado una de mis preferidas
Gris: riqueza de matices.
Desde los suaves tonos piedra hasta los grises azulados, se trata de colores muy versátiles y fáciles de combinar. En sus tonalidades más claras, el gris resulta ligero y relajante. Cuando se combina con colores cálidos, como el amarillo, reduce su frialdad y se vuelve más envolvente. El gris es un color sensible a los cambios de luz tanto natural como artificial, pudiendo alterar su intensidad y su carácter. Una luz muy brillante casi lo borrará, mientras que una luz difusa tenderá a ensuciarlo creando manchas y sombras. Es ideal para unificar el color de las paredes de toda la casa, pero para evitar la monotonía y conseguir la continuidad, introduciremos ligeras variaciones de intensidad en algunas habitaciones. Los tonos claros van bien con el blanco, los crudos, arenas y beiges, logrando un resultado muy luminoso. También obtendremos buenos resultados si los combinamos con maderas claras, así como piezas blancas o decapadas en azul o gris, pero con maderas oscuras y rojizas resultan más difíciles de encajar. Los tonos más fuertes atraen las miradas y resultan pesados a la vista, por lo que se recomienda utilizarlos en estancias amplias. Los podemos matizarlos con tonos fríos de su misma paleta, o bien apostando por un contraste más atrevido como con violetas, morados… El gris es una buena opción para pintar sólo una pared, esto ayudará a ganar profundidad, también podemos destacar un elemento arquitectónico, como columnas, arcos o chimeneas.
El gris y el blanco forma la base complementandola utiliza amarillos y verdes
Llamativo salón a base de gris, blanco y violeta
La alegría a este comedor gris lo aporta el amarillo de los cuadros
Destaca la chimenea gris en este dormitorio blanco
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