Este sillón y su otomán fueron diseñados por Ray y Charles Eames en 1.956 para la empresa Herman Miller. El sillón se fabricó en madera laminada de palisandro y cuero, pero en la actualidad se realiza en madera de cerezo. Los dos cuerpos superiores, el respaldo y el reposacabezas, están unidos por unas piezas de aluminio, haciendo que el sillón sea más cómodo y proporcione una gran flexibilidad. Estas dos piezas se unen al asiento mediante los apoyabrazos. Una de las características más llamativas de este diseño es la inclinación de 15 grados del respaldo, esto proporciona mayor confort al utilizarlo.
Esta pieza es un clásico atemporal del siglo XX, por lo que los utilizaremos en todas las estancias de nuestra vivienda, ya que por su diseño es muy versátil e imprime sofisticación y elegancia al ambiente. Sus líneas casan bien tanto en decoraciones clásicas como las más actuales, es por lo tanto una pieza que no pasará desapercibida, incluso hay diseñadores que le otorgan la calificación de escultura.
Os dejamos algunos ejemplos en los que se ha utilizado este mueble:
Junto con la chimena la chaise longue es el centro focal del salón
En este espacio abierto los sillones unen dos zonas
La terminación en blanco hace a la pieza más actual
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