Hoy os traigo un estilo que está en alza. La tendencia por un ambiente más hogareño, familiar y rural esta abriéndose camino entre los estilos más modernos y minimalista. Se está dejando a un lado las líneas rectas y los ambientes sobrios, para encontrarse al llegar a casa con un espacio acogedor, que nos traslade a tiempos del pasado y a ambientes del campo. Las viviendas serán cálidas, de una belleza natural, que nos transmita relajación y descanso.
Esta decoración es aconsejable para viviendas en zonas rurales, en contacto con la naturaleza, en las que la unión entre el exterior y el interior crea un espacio único. Por ello, para las ciudades se recomienda utilizar solamente unos toques, con algunas piezas que evoquen este estilo y nos aporte el confort de estas casas.
Los grandes ventanales unen el gran salón con el patio de esta casa
Los espacios deben ser amplios, con techos altos y grandes ventanales, ya que al incorporar el mobiliario de grandes dimensiones tengamos un ambiente desahogado y confortable.
El techo alto y pintado de blanco agranda visualmente las estancias
La luz natural que entra por los ventanales iluminan la cocina
Los materiales que debemos utilizar son la madera natural, en las que podamos apreciar las vetas. Otro material imprescindible para este estilo decorativo es la piedra, la cual la colocaremos tanto en paramentos verticales como para el suelo. También el barro cocido en todas sus terminaciones, como el vidriado, antideslizante, destonificado, etc.
La piedra en el frente de la chimenea es el foco de atención
Piedra en las paredes y vigas de madera natural revisten los paramentos
Los muebles deben ser de madera y de grandes dimensiones que ocupen gran espacio. El tratamiento de este material será al natural, no debemos utilizar acabados que oculten las vetas e incluso dejar los barnices para otros etilos. Su apariencia será envejecida para la cual utilizaremos técnicas de decapado, pátinas especiales para este fin, o simplemente dejaremos la materia sin tratar.
La mesa con un acabado natural y sin tratar resalta sobre los demás muebles
Los muebles están tratados con una pátina que envejece su aspecto
También casan con este estilo decorativo la utilización de piezas de hierro forjado, como cabeceros, rejas, elementos decorativos.
La cama de forja y el tejido blanco dulcifica el dormitorio
Una bañera de cinc da el toque más rural al baño
A la hora de elegir los colores nos decantaremos por los tonos tierra, tostados, beige, algunos verdes y rojos. La gama cromática será cálida. Si utilizamos colores oscuros, como la terracota, deberá ser en espacios amplios, con mucha luz natural que no agobien la estancia.
El color ocre proporciona calidez a cualquier espacio
Este color tan llamativo de las paredes es rebajado con muebles más claros
Para las telas escogeremos tejidos naturales, de algodón, lana, lino. Los estampados podrán ser de cuadros, flores o lisos. Si sus motivos son grandes los utilizaremos en piezas mayores, como en cortinas o colchas y si son pequeños en cojines o mantas para el sofá. También el uso de puntillas en los bordes de sábanas o toallas nos transportara a casas del campo.
Este tejido verde con distintos motivos combina con la madera oscura
Los elementos decorativos que aportan más calidez al hogar son las vigas de madera en el techo, una chimenea de grandes dimensiones en el salón o en el comedor. En la cocina los utensilios estará visibles, cacerolas, espumaderas, jarros las dejaremos en estantes o vitrinas de cristal, así crearemos una atmosfera más informal, pero a la par acogedora. Los detalles realizados con fibras naturales como cestas de mimbre, esteras de esparto o cuero trabajado artesanalmente dan un toque más rustico, si además lo acompañamos con flores naturales o secas en piezas de uso cotidiano como jarras nos envolverá en una atmósfera rural.
Las vigas y piedras son los detalles arquitectónicos que llaman la atención
La chimenea es el centro de este estar
Detalles que evocan un estilo rústico
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